La protección de los equipos tecnológicos contra sobretensiones transitorias se ha vuelto crucial para mantener el buen funcionamiento de los servicios. Debido al aumento del uso de la tecnología y la mayor intercomunicación de los dispositivos electrónicos y eléctricos, estos son ahora mucho más susceptibles a registrar picos de tensión de alta energía.
Una de las principales causas de daños a los equipos son las sobretensiones eléctricas derivadas de caídas de rayos, cortes de energía debido a maniobras de la red eléctrica y el encendido y apagado de motores. Estas sobretensiones o picos eléctricos son responsables de anomalías en la red eléctrica y pueden provocar la quema instantánea o gradual de equipos eléctricos y electrónicos.
Todos los equipos cuentan con componentes internos que no brindan una protección adecuada frente a las situaciones reales que pueden presentar una sobretensión eléctrica, ya que estos componentes tienen baja resistencia a los valores transitorios de sobretensión.
Una forma eficaz y sencilla de reducir los niveles de sobretensión transitoria que dañan equipos, y así evitar los gastos en la compra de nuevos equipos para reemplazar los dañados, es utilizar dispositivos de protección contra las sobretensiones (DPS).
Los DPS son dispositivos desarrollados para proteger equipos eléctricos y electrónicos contra sobretensiones eléctricas transitorias. Estos dispositivos tienen una capacidad de drenaje de sobre corriente de gran magnitud, comparable a los valores reales de un rayo. La ausencia de un DPS externo al equipo deja los elementos internos del equipo directamente expuestos a sobretensiones eléctricas, causando daños en poco tiempo y, eventualmente, la quema de los equipos.
Por lo tanto, la presencia de los DPS garantiza muchas menos pérdidas debido a mantenimientos correctivos, reemplazo e indisponibilidad de equipos eléctricos y electrónicos, mejorando significativamente el tiempo de retorno de la inversión.
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